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Imagen: difusión. 

En lo que va del año se han registrado más de 43 mil casos de violencia infantil (física, psicológica y sexual) en el país y de esa cifra 12 mil 828 fueron por abuso sexual, según información de los Centro Emergencia Mujer del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP). Sin duda, una cruda realidad que evidencia que aún hay mucho por hacer para erradicar esta forma de abuso, que incluso puede darse en sus hogares.

Ante esta situación, la ONG internacional World Vision Perú brinda consejos para la prevención de esta agresión como parte de la campaña “Yo no crío con violencia, yo lo hago con ternura”, que busca generar conciencia y sensibilizar para eliminar todo tipo de violencia contra los niños y adolescentes.

Las madres, padres y cuidadores deben cultivar relaciones de seguridad y confianza con sus hijas e hijos. Así, mediante la crianza con ternura su vínculo será tan cercano que pueden sentirse en confianza hablando de cualquier tema que podría estar incomodándolos, haciéndolos sentir mal o simplemente aprovechar los espacios para enseñarles los peligros a los que podrían estar expuestos en determinadas ocasiones.

Deben saber orientarlos sin alarmarlos, pero sí dejando claro que nadie puede tocar sus cuerpos, decir o mostrar imágenes de contenido sexual que vulnere sus derechos, así también deben evitar tener contacto con personas desconocidas en las redes sociales como TikTok, Instagram, Facebook, Twiter, entre otras.

De igual forma, deben apoyarlos si no se sienten cómodos con algunos adultos aun así sean sus familiares o amigos cercanos, aprender a identificar los primeros signos de que algo está pasando puede ser la clave salvadora. Deben estar atentos ante los cambios bruscos de su estado de ánimo, pues podrían estar corriendo ya un riesgo real. Recuerden que los tocamientos, roces o insinuaciones sexuales también son formas de abuso sexual.

Lo que genera 

El abuso sexual genera vivencias traumáticas de carácter crónico, pues están dentro de las experiencias adversas de la niñez y adolescencia más complejas. Según Castellvi et al y Pérez et al (2017), las víctimas tienen 10 veces el riesgo de intento suicida, 7 de sufrir trastornos de conducta y consumo de sustancias adictivas (alcohol, tabaco y drogas) a mediano y largo plazo.

¿A dónde acudir en caso de abuso sexual? La madre, padre o cuidador debe llamar a la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) para recibir apoyo inmediato.

Deben denunciar la agresión en la comisaría más cercana y pedir apoyo legal y psicológico para sus hijas e hijos en un Centro Emergencia Mujer (CEM).

La denuncia contra los agresores sexuales sirve para investigar, juzgar y sancionar a los culpables de este crimen. Así, se evitaría que hayan otras víctimas.

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