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Imagen: Bruno Kelly – Reuters/ archivo: El País.

En entrevista con el programa Diálogo abierto el cardenal del Perú, Pedro Barreto, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana, pidió mayor responsabilidad de todos los sectores, incluyendo al sector privado en la atención de la infancia y niñez. Esto ante un escenario de la emergencia nacional por el problema del coronavirus.

Barreto quien se encuentra cumpliendo funciones en la Diócesis de Huancayo, explicó que hoy en día no solo están luchando contra la pandemia y la necesidad de tener oxígeno en esa localidad, sino contra un sistema que no beneficia en su totalidad a muchas personas.

En ese sentido puso como ejemplo a La Oroya, región Junín, en el cual desde hace muchos años como Iglesia –dijo– vienen insistiendo en buscar un diálogo firme con empresas transnacionales que explotan recursos en esa localidad, con motivo de mejorar la salud los ciudadanos.

El aire de La Oroya es bueno ahora, sim embargo, empresas como la norteamericana Linde que tiene dos plantas de oxígeno y que están sin producir desde el 2012, “nos hace pensar que los dueños de un país son las empresas transnacionales por el propio sistema neoliberal, que ante diversos problemas que generan el gobierno central hace oídos sordos al clamor de la gente, pero si escucha la voz de las empresas que gozan de un comercio monumental”.

En esa línea lamentó que la fragilidad del estado en el campo de la salud y educación deja mucho que desear, como también en estrategias para reforzar la alimentación, sobre todo, en los niños menores de tres años. De acuerdo a la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar – Endes, 2019, enfermedades como la anemia en el Perú afecta al 40.1 % en niños menores de 3 años.

Además, monseñor Barreto explicó que como Iglesia vienen tratando de poner en operación el sistema de planta en La Oroya, para producir oxígeno y salvar vidas en medio de la pandemia. “Esperamos un milagro para que una de esas plantas entre en funcionamiento, puesto que produciría 1 200 balones de oxígeno de diez metros cubitos al día”.

Agregó esto sería muy significativo toda vez que muchos balones de oxígeno se habría podido generar, y no se hizo. “Los niños están sufriendo junto a sus padres y madres y ante ello tiene que haber una voz muy fuerte. –Resaltó– esta propuesta de Inversión en la Infanciatiene que tocar la puerta del Gobierno Central para poder tomar una decisión al respecto”.

Al final, el monseñor evidenció su rechazo al sistema que acoge a las grandes corporaciones, ante la indolencia e indiferencia de la “economía empresarial sin rostro humano que es fruto del sistema al que el papa Francisco llamó como un fracaso”. Explayó “mi apoyo total a la alerta ciudadana del Grupo Impulsor Inversión en la Infancia para que la infancia y niñez esté mejor atendida”.

Para ver el programa ingresa aquí: https://bit.ly/3ad8ddV