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La mitad de los niños del mundo (1000 millones aproximadamente) cada año se ven sujetos a la violencia física, sexual o psicológica, y sufren traumatismos, discapacidad y muerte, porque los países no han observado las estrategias establecidas para su protección, desprende de un nuevo informe que publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Unicef, la UNESCO, la oficina del representante especial del secretario general de la ONU sobre la Violencia contra los Niños y la Alianza Mundial para acabar con la violencia.

Este informe revela –a raíz de la violencia contra la niñez– la necesidad de que todos los países hagan mayores esfuerzos por aplicar estrategias que prevengan estos problemas. Si bien casi todos los países (88 %) cuentan con legislación para proteger a los niños contra la violencia, menos de la mitad (47 %) indicaron que se aplicará contundentemente.

Además incluye las primeras estimaciones mundiales de homicidios específicamente contra menores de 18 años, ya que las valoraciones anteriores se basaban en datos que incluían a jóvenes de 18 y 19 años. Los datos revelan que en 2017, unos 40 000 niños fueron víctimas de homicidio.

Ante este escenario la directora ejecutiva del Unicef, Henrietta Fore, señaló que la violencia contra los niños siempre ha estado presente, y ahora la situación podría empeorar tras la cantidad de casos que se presenta en varios países del mundo. “El confinamiento, los cierres de escuelas y las restricciones al movimiento han dejado a demasiados niños a merced de quienes les maltratan, sin el espacio seguro que la escuela ofrecería normalmente. Es urgente intensificar los esfuerzos para proteger a los niños en estos momentos”, indicó la funcionaria.

En tanto Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, dijo que la violencia contra los niños y niñas es algo que no tiene justificación en el mundo. “Contamos con herramientas de base científica para prevenirla, y exhortamos a todos los países a aplicarlas. Proteger la salud y el bienestar de los niños es crucial para proteger nuestra salud y el bienestar colectivo, ahora y para el futuro”, comentó.

En general los progresos son desiguales

De las estrategias de INSPIRE, un 54 % de los países declaran que la escuela permite alcanzar a un número suficiente de niños necesitados. Del 32 % al 37 % de los países estimaron que las víctimas de la violencia podían acceder a servicios de apoyo, mientras que un 26 % de los países ofrecían programas de apoyo a padres y cuidadores; el 21 % de los países tenían programas para cambiar normas perjudiciales; y el 15 % había incorporado modificaciones para ofrecer a los niños entornos físicos seguros.

Si bien una mayoría de los países (83 %) cuentan con datos nacionales sobre la violencia contra los niños, solo el 21 % los utilizaban para establecer baremos de referencia y metas nacionales para prevenir y abordar la violencia contra los niños.

Respuesta en favor de los niños

Para Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, en el contexto de la violencia en estos tiempos muchos estudiantes ya no quieren regresar a clases porque de una u otra forma han experimentado tipos de violencia. Por ello manifestó que “es responsabilidad de todos velar por que las escuelas sean entornos seguros para todos los niños (…) Debemos pensar y actuar colectivamente para acabar con esta problemática no solo en la escuela, sino en la sociedad en general”.

En esa línea la representante especial del secretario general de las Naciones Unidas sobre la Violencia contra los Niños, Najat Maalla M’jid, expresó que “cuando el informe estaba finalizándose, las medidas de confinamiento y la interrupción de la prestación de servicios de protección de la infancia, ya de por sí limitados, exacerbaron la vulnerabilidad de los niños ante diversas formas de violencia”.

“Para responder a esta crisis es crucial contar con un marco unificado y multisectorial sobre los derechos del niño, lo que requiere una movilización decidida de gobiernos, donantes bilaterales y multilaterales, la sociedad civil, el sector privado y los niños, cuyas opiniones deben ser escuchadas y verdaderamente tenidas en cuenta para garantizar que estén debidamente protegidos y que todos tengan la posibilidad de desarrollarse y alcanzar su potencial máximo”, puntualizó.

Asimismo Howard Taylor, de la Alianza para Acabar con la Violencia, reflexionó en la idea de que “podemos y debemos crear un mundo en que todos los niños puedan desarrollarse sin violencia y pasar a formar una nueva generación de adultos que tengan vidas sanas y prósperas”.

Cabe indicar que los datos del informe se recopilaron en una encuesta que se llevó a cabo entre 2018 y 2019 a la que respondieron más de 1000 responsables de adoptar decisiones en 155 países. En las estrategias INSPIRE, presentadas en 2016, se hace un llamamiento a aplicar y cumplir la legislación; cambiar las normas y valores para que la violencia sea inaceptable; crear entornos físicos seguros para los niños; ofrecer apoyo a padres y cuidadores; fortalecer los ingresos y la seguridad económica y la estabilidad; mejorar la respuesta y los servicios de apoyo a las víctimas; y ofrecer a los niños educación y aptitudes para la vida.

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