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Las violencias física y sexual ocurren con mayor frecuencia en el hogar y en la escuela, de acuerdo con los testimonios de adultos recogidos durante los talleres de consulta en 26 departamentos del país para la elaboración del Informe Nacional sobre la Situación de los Derechos de la Niñez y Adolescencia.

“Es importante que estas regiones reconozcan que esos temas deben prevenirse en la familia. Y los llamados a actuar son los servicios de los centros de emergencia mujer, defensorías municipales del niño y adolescente y los servicios de salud”, indicó Ana María Márquez, representante del Colectivo Interinstitucional por los Derechos de la Niñez y la Adolescencia.

Por su parte, Carmen Lora, directora ejecutiva del Centro de Estudios y Publicaciones, recordó que, según los resultados obtenidos por la Encuesta Nacional sobre Relaciones Sociales del 2015, los niños, niñas y adolescentes recurren a la madre cuando son víctimas de violencia.

“Hay madres y maestros responsables que pueden ser protectores. Es paradójico y por eso me parece que el abordaje debe ser más complejo y considerar el tema de la intergeneracionalidad. El miedo a la cultura se transmite a las relaciones personales”, sostuvo Lora.

Los resultados de este diagnóstico, preparado por la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza, muestran además que existe un alto índice de trato inadecuado y discriminatorio en instituciones públicas ante los casos de denuncias.

“Necesitamos un funcionario público que se mueva en un parámetro diferente y no de acuerdo a si le van a renovar su contrato cada mes, sino que tenga seguridad en el empleo y condiciones adecuadas y, por lo tanto, se le pueda exigir calidad en el servicio”, comentó Federico Arnillas, presidente de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza.

Del mismo modo, demuestra que existe una alta tasa de violencia cultural, expresada a través de discriminación, machismo, estereotipo de género, marginación o racismo en espacios públicos.

Opinión de los niños y adolescentes

El diagnóstico también incluyó opiniones de niños, niñas y adolescentes. Los resultados muestran que en la familia existe una alta incidencia de desatención (36%), que se ve expresado en falta de atención a las necesidades básicas de los menores de edad, trabajo forzoso, falta de afecto y tiempo e uso inapropiado de Internet, así como de falta de comunicación (27%).

En cuanto a las escuelas, un 45% de los jóvenes indicaron que existen casos de inacción de las autoridades, violencia callejera e inseguridad y corrupción. Por último 43% de ellos informaron que hay mucha violencia física en las calles, uso inadecuado de las tecnologías de la información y comunicación y la falta de consideración en el transporte público.

El documento incluye además una serie de recomendaciones para el gobierno nacional y las distintas instancias del Estado y los gobiernos locales y regionales.

Entre las principales propuestas están: articular y ampliar la cobertura de los programas y acciones de los diferentes sectores y de servicios de atención especializada para la acogida, recuperación y rehabilitación de niños, niñas y adolescentes; establecer estándares mínimas de calidad de atención y desarrollar programas de capacitación para los funcionarios que atienden los casos.