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La anemia infantil en el Perú es uno de los problemas que el Estado aún no ha podido contrarrestar, y es que según cifras afecta al 43.6 % de niños menores de tres años. De acuerdo a los últimos análisis de la Asociación de Industrias Farmacéuticas Nacionales (Adifan), esta enfermedad afecta de manera tal que ha hecho que nuestro país pierda el 1 % del Producto Bruto Interno (PBI), que son unos 2 000 millones de dólares al año.

Ante esta preocupante situación, el economista y miembro del Grupo Impulsor Inversión en la Infancia, Eco. Marco Castillo, dijo que no podemos ser cómplices –en relación a la cifra de Adifan– de mantener un nivel tan elevado de esta enfermedad en niños, porque estamos poniendo en riesgo el futuro del Perú y, sobre ello es lo que se manifiesta esta pérdida.

Asimismo aseveró que contamos con los recursos pero que; sin embargo, no tenemos una buena gestión para manejar estos fondos. “El gasto público no se está optimizando bien entre el sector estatal (…) Por cada gasto de un sol, debe haber un retorno de tres soles”, apuntó Castillo, quien resaltó que esto se dará si realmente apostamos por la infancia.

Puntualizó que construir el futuro significa plena atención a nuestros niños, al que hoy está afectado por el flagelo de la anemia que alcanza el 43 por ciento en el país en niños menores de tres años. Es inadmisible, añadió el economista.

Por otro lado, Adifan dio a conocer que a modo de comparaciones, esos 2 000 millones de dólares que nuestro país pierde son cercanos al valor de dos carreteras interoceánicas o a 20 hospitales construidos. Los daños a mediano y largo plazo que ocasiona la anemia, parten de la inhibición del crecimiento de los peruanos, del deterioro del desarrollo cognitivo, rendimiento mental y motor deficiente.

De acuerdo a especialistas esta patología (anemia) constituye un daño irreversible para las generaciones actuales y futuras, las cuales no podrán enfrentar la vida con un nivel intelectual adecuado.